El estancamiento de la economía venezolana no es un
fenómeno específico, la crisis
económica mundial es evidente y
generalizada. La carencia de una economía planificada que sustituya al consumo
desproporcionado, hijo del capitalismo, condena a la humanidad ineludiblemente
al desastre.
La
sociedad de consumo continúa actuando como motor de la economía, sustentándose
en la producción no planificada y en las ganancias como garantías económicas,
la explotación ideológica de los trabajadores
es un factor determinante en el
sostenimiento de estos modelos. Por
consiguiente las expectativas del futuro no se tornan agradables para los
sectores más vulnerables del planeta.
En el
caso venezolano la situación es compleja, el naciente descontento general de la
población por las recientes políticas ineficaces del estado en los últimos años,
pone en riesgo la irreversibilidad de proceso revolucionario dirigido
anteriormente por el comande Hugo Chávez y hoy día conducido por el presidente
Nicolás Maduro. La coyuntura nacional exige obligatoriamente una etapa de
reconocimiento verdadero sobre los errores políticos, económicos y
estructurales cometidos por la dirigencia. Intentar solapar la magnitud de la
fuga de capitales por hechos de corrupción, con estadísticas y comparaciones
cronológicas, contribuye al desgaste del gobierno.
El
estado en su forma corrupto burguesa imposibilita la transición al socialismo,
puesto que la plusvalía ideológica que se desprende de la lógica institucional
heredada del modelo cuarto republicano
desconecta inmediatamente a los “cuadros” de las masas y de las miserias
que acompañan al proletariado, perdiendo así, la sensibilidad social.
El desorden ideológico del proceso revolucionario no
confecciona un modelo político claro hacia el socialismo del siglo 21. El
economicismo como respaldo para el incremento de afectos al gobierno y el
partido como maquinaria electoral, lamentablemente desata las condiciones
subjetivas y objetivas para el desfalco de la economía y el derrumbe de la
revolución.
Citando una frase que escuche por un delegado del PSUV en su
III Congreso, planteo una serie de propuestas muy cónsonas con el pensamiento
de varios camaradas articulistas de aporrea.
“Una cosa es militar
en la revolución y hacer critica y otra cosa es militar en la crítica y dañar
la revolución”
Propuestas
·
Entrar
en una etapa de veracidad sobre los problemas que enfrenta la nación a través de los medios que posee el
estado, abandonando de esta manera la falacia mediática que presenta al país en condiciones
productivas, puesto que continuar con esa política de engaño es una ofensa a la
sabiduría popular.
·
Asumir
una posición revolucionaria para sancionar el desfalco de Sitme, Cadivi, y
demas fondos nacionales, haciendo el mayor
esfuerzo para capturar a los culpables.
·
Generar
espacios para el debate constante en las instituciones del estado sobre las
problemáticas del país, esto acompañado
de un sistema eficiente generador de propuestas y proyectos para salir de la
crisis.
·
Abandonar
el endiosamiento de Chávez como ser supremo inequívoco y hacer entender al
movimiento popular que la continuidad de su legado no es un responsabilidad con
el mismo si no un compromiso de la humanidad con el planeta tierra y la
próximas generaciones venideras.
·
Reforzar
el aparato ideológico del partido con los bastiones irrefutables del marxismo y
leninismo dando así cabida al socialismo científico.
·
Fortalecer
los cuadros del partido que posean cargos de dirección a través del trabajo
voluntario en las comunidades y poner en tela de juicio su gestión.
·
Abandonar
la política de mediación con grupos violentos obviamente viciados con el
capitalismo y que inevitablemente regresaran a la fechoría luego de negociar con
el estado.
·
Revisar profundamente organizaciones
sindicales del país, puesto que las mismas se convertido en órganos de
represión y victimarios de la clase
obrera. (Dar mayor cobertura a los
consejos de trabajadores)
·
Inspeccionar los financiamientos otorgados al
poder popular y sancionar transacciones irregulares bajo estatutos de la
constitución y el poder judicial.
·
Idear
un mecanismo para escoger través de elección popular los cargos de dirección de
las instituciones públicas y entes estadales sujetándolos siempre a la revocabilidad.
·
Asumir
la lucha contra el estado burgués con rango de ley.
·
Acelerar el proceso de industrialización para
abandonar simultáneamente la dependencia del modelo mono exportador de petróleo.
·
Reactivar
el polo patriótico como espacio de debate popular.
·
Asumir
con eficiencia el cobro de las casas y apartamentos financiados por la misión
vivienda, valiéndose de los estudios socioeconómicos realizados en cada hogar,
para de esta manera retribuir al estado la inversión realizada y continuar
beneficiando a la población.
·
Estar
alertas ante el populismo y las desviaciones.
·
Hacer
esfuerzos para hacer entender al pueblo que no estamos ni medianamente cercanos
al socialismo, que apenas estamos visualizando las sendas de la libertad y
bienestar social.
Lo
anteriormente expuesto son medidas de aplicación dentro del contexto actual del
proceso revolucionario, puesto que la verdadera revolución socialista se
perpetrara cuando las condiciones subjetivas y objetivas de la crisis cíclicas
de capitalismo engendre una vanguardia ideológicamente preparada para guiar a
la clase obrera por el papel que juega en la historia.
“Alejémonos
del reformismo. Yo seguiré la dirección de la revolución radical socialista
hasta que me toque. Es mi tarea, y así la asumo y pido a todos que nos
radicalicemos, lo que no tiene nada que ver con la irracionalidad, sino en
profundizar el proceso desde las raíces del movimiento, seamos radicalmente
honestos, radicalmente revolucionarios, radicalmente bolivarianos, radicalmente
patriotas” Hugo Chavez.
Enrique
Cabrera.
FPLN
VENCEREMOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario