El fascismo es la forma más cruenta de defensa del
capitalismo, surge frente a la posibilidad Socialista. Es de esta afirmación
que deben originarse los análisis de la batalla de ayer en las calles de
Venezuela.
La forma violenta que tomó la política ayer no puede
atribuirse a la casualidad ni a la salida de control de algunos grupos, es
exigencia de la contradicción entre la posibilidad socialista enfrentada con el
capitalismo. Esta pugna, que exige acumulación fascista, no se puede resolver
con diálogo, con concertación, no habrá paz mientras la contradicción no se
resuelva, y sólo se resuelve cuando uno de los polos ceda la hegemonía a su
contrario. Ya no hay lugar para medias tintas, para pactos en el centro, para
híbridos. Veamos.
El polo capitalista necesita borrar el ejemplo, para eso
debe elevar, alimentar, los niveles demenciales de odio en su base social,
llevarla a un estado tal que acepte cualquier crueldad, que aplauda la terapia
de choque que deben aplicar para exterminar a los chavistas, a su recuerdo. Es
suficiente revisar las redes sociales para sentir el carácter asesino que se va
instalando en esa base oligarca. El objetivo del odio ya está instalado: son
los chavistas, los socialistas internacionales, las ayudas al hermano de otro
país, contra ellos todo es aceptable, no los consideran humanos, no les da
culpa la crueldad que puedan sufrir, al contrario, les alivia el miedo.
No nos engañemos, los actos de ayer le gustaron a la base
social oligarca, en la noche “cacerolearon” de contentos. Los objetivos de la
violencia fueron políticos, le gustaron a una base preparada ya para odiar a la Fiscalía , hicieron
fiesta, como en abril, como cuando asesinaron a Danilo… acumularon,
despertaron. Con la violencia se reforzó un liderazgo fascista, con épica, a
los ojos de la base desquiciada. Son los líderes para aplastar al Socialismo,
al chavismo, dan respuesta a la contradicción, se enfrentan con fuerza al
Socialismo.
El polo Socialista, Chavista, se potencia en el recuerdo, en
la herencia, del espíritu del Comandante, de estos años de aprendizaje, de
conocer su fuerza, de intentar integrarse como sociedad, en la elevación de la
autoestima popular. Lo poco o mucho que se haya avanzado en este campo es
intolerable para el capitalismo, el ejemplo le pesa más a la oligarquía que las
mismas medidas económicas.
El polo chavista vuelve a tender la mano y la mano es
mordida de nuevo, a cada perdón una nueva conspiración… cuándo entenderemos que
la violencia es producto de la contradicción Socialismo-capitalismo. Es así, no
hay salida a la contradicción que no sea avanzar, que no sea profundizar el Socialismo.
Muy buenas las medidas de prisión para los autores
intelectuales de la violencia, muy acertadas las declaraciones del Presidente
Maduro denunciando el golpe… pero incompletas, es necesario ir en contra de la
ideología, la clase social que promueva la violencia, contra las relaciones
espirituales y materiales capitalistas. De lo contrario, la violencia
necesariamente retoñará. Debemos desechar las ilusiones de un capitalismo bien
comportado, que no explote, que tolere al Socialismo.
Repetimos, estamos en un momento estelar, ya a la burguesía
se le cayó la careta. Es hora de convocar a la masa para emprender, junto a su
dirigencia, el camino de fundar un nuevo mundo, superar las relaciones
capitalistas. Es necesario tener fe en la masa humilde, ella entenderá la
satisfacción de ser ejemplo de fraternidad, de volver a ser, como en 1810,
ejemplo para el mundo, esto compensará cualquier sacrificio.
Repetimos: sin el Presidente Maduro no habrá estabilidad, no
aceptaremos una salida como en Honduras.
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