Especial para Tribuna Popular Nº 232.- La lucha de clases, consecuencia de la división de la sociedad entre explotados y explotadores, se evidencia y materializa en lo concreto en tres aspectos de la vida social: lo económico, lo político y lo ideológico.
La ciencia marxista-leninista demuestra, contrario a la deformación determinista que algunos pretenden endosarle, que ningún cambio estructural se produce sin conjunción de las condiciones objetivas y subjetivas en el seno de una sociedad, esto significa necesidad deconciencia de clase explotada como condición infaltable, aunque jamás única, para quienes deseen hacer una Revolución.
En la actualidad, suficientes datos y hechos concretos revelan que en buena parte del mundo las condiciones objetivas para la superación del capitalismo en su fase monopolista están maduras; a pesar de ello, existen serios y profundos rezagos en las condiciones subjetivasnecesarias para el fortalecimiento de la conciencia que produzca no sólo el cuestionamiento del sistema sino la organización y lucha consecuente contra éste.
Por eso, no debemos subestimar la lucha ideológica, sin desatender la económica y la política, a favor de la clase obrera en la sociedad toda e incluso a lo interno de la propia clase para derrotar el desclasamiento, el revolucionarismo, el sinpartidismo y el utopismo, entre otras desviaciones que inmovilizan o desvían al sujeto de la Revolución Socialista de sus tareas y de su misión histórica.
Incrementar y fortalecer la conciencia de clase desde la perspectiva revolucionaria, que no surge por generación espontánea, no puede significar otra cosa que no sea convencer a los trabajadores y trabajadoras que su ciencia para la acción es el marxismo-leninismo; recordemos que Lenin, en su obra Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo, acertadamente afirmó: “Sólo el materialismo filosófico de Marx señaló al proletariado la salida de la esclavitud espiritual en que han vegetado hasta hoy todas las clases oprimidas”.
Las duras condiciones económicas, sociales, políticas y ecológicas que el capitalismo está imponiendo a los pueblos en su actual crisis cíclica trae como lógico efecto cierta movilización contra este sistema, pero hechos como el surgimiento de los incoherentes “indignados” reflejan un enorme vacío en la conciencia de clase y por ende en la posibilidad de que el proletariado cumpla con su rol de emanciparse y emancipar a la sociedad de la ‘explotación del hombre por el hombre’, a pesar de la potencialidad que el momento ofrece en cuanto a condiciones materiales.
Venezuela no es la excepción a la necesidad de una intensa lucha ideológica en el seno de la clase para derrotar todo atisbo de desviación, mucho más por las condiciones históricas de atomización y debilidad ideológica de nuestra clase obrera y además por lo que expresa buena parte de la dirigencia sindical del actual proceso: una mezcla de utopismo místico-religioso, profundo revisionismo y hasta negación del marxismo-leninismo.
Ante esto los comunistas tenemos la responsabilidad de reivindicar la organización de las y los trabajadores en sindicatos clasistas y la vigencia del Partido de la clase; elevar la conciencia de clase que, al ser condición sine qua non para ello, facilite la organización para luchar contra la burguesía y sus trampas ideológicas y económicas; al propio tiempo que luchamos contra el reformismo, que es un camino seguro de desvío de la perspectiva socialista.
Por : Edgar Meléndez López
(*) Miembro del CC y Secretario Obrero-Sindical del PCV en Bolívar
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