lunes, 21 de abril de 2014

ZONA ECONÓMICA ESPECIAL PUERTO CABELLO PUÑALADA AL CORAZON SOCIALISTA


El 7 de marzo de 2014, en transmisión a través del canal del Estado, el Presidente Maduro anunció la puesta en marcha de la primera Zona Económica Especial (1)

Ese viernes, la pugna entre las dos visiones económicas a instaurar en Venezuela, se daba en las calles con violentos disturbios (2). Aparentemente, dos bandos se enfrentaban en la calle: de un lado unos estudiantes acompañados de amplias masas oposicionistas y del otro, la Fuerza Armada acompañada de un sector de la masa chavista. Pero los dos bandos en pugna, en realidad representan la pugna mundial de dos bandos económicos poderosos: los gringos y los chinos. Podría decirse sin temor a exagerar, que dos fuerzas del capitalismo mundial se baten en algunas calles del país con guarimbas, perdigones, bombas lacrimógenas, piedras y balas. 

En medio de una situación delicada, el gobierno decidió dar un paso adelante. Demostrar a sus aliados económicos internacionales que el modelo económico, apoyaría definitivamente al capitalismo chino. Paralelamente el imperio gringo con mucha fuerza en las calles venezolanas, perdía el forcejeo internacional dentro de la Organización de Estados Americanos con sede en Washington, en su intento de imponer la matriz de opinión, de que las autoridades del orden público en Venezuela, violaban los derechos humanos de unos “estudiantes libertarios”.

En ese escenario, local e internacional de disputa capitalista china y gringa por la riqueza petrolera, sale a la palestra con un ligero barniz socialista, la Zona Económica Especial del eje Puerto Cabello (3)

El objetivo final de esta zona especial sería un supuesto desarrollo económico, disminución de la tasa de desempleo y la obtención de unos dividendos que serán distribuidos en lo que se ha denominado desarrollo social (4)

En la misma trasmisión Hebert García Plaza -actual ministro para el Transporte Acuático y Aéreo y también director del Órgano Superior para la Defensa Popular de la Economía (Osdpe), anunciaba con detalles técnicos, los esfuerzos logísticos que realiza el Estado, para que Puerto Cabello sea suficientemente seductor: un aeropuerto internacional con un terminal de carga aérea, un puerto marítimo adicional al existente y la culminación de una conexión férrea que llegue hasta Caracas. Estas gestiones fueron iniciadas hace meses a través del Fondo Chino con mil millones de dólares para comenzar. Todo el despliegue de infraestructura abrirá puertas, cual cabeza de playa, al capitalismo chino a través de la fachada norte del bloque sur y el Caribe ubicada en el centro de nuestro país. 

En palabras del Presidente Maduro, esta zona especial tendría una zona socialista conformada por Pequiven, Bolivariana de Puertos y Aeropuertos y Dianca (4). Es decir,  la zona socialista es lo que existe y está conformado por un inmenso proveedor de materias primas (gas, gasolina, luz, agua, plásticos y resinas) y servicios asociados al tráfico de mercancías en puertos marítimos y aéreos (5)

Como vemos, el crecimiento del sector socialista, la creación de nuevas empresas de propiedad social, implementar el socialismo en lo que algunos llaman “aguas abajo”, o sembrar el petróleo de manera socialista, no está planteado, es decir creando conciencia del deber social, relaciones humanas de fraternidad, rompimiento, superación de la relación egoísta capitalista, sea esta individual o grupal, y una base material que sustente a la conciencia socialista. 

Pero adicional a todo el despliegue de infraestructura, la luz, la gasolina, el gas y los plásticos baratos, que ofrecerá Puerto Cabello, el sector llamado mixto de la zona económica especial, exige otras flexibilizaciones adicionales para que sea aun mucho mas “atractiva” su llegada. Dichas facilidades aún no han sido puestas a luz pública, así que hemos traído algunos ejemplos de cómo funciona este juego en otros sitios del planeta(6). Recordemos que para nada estamos siendo pioneros:
  • Las trasnacionales no pagan impuestos aduaneros ni IVA.
  • Las trasnacionales pueden importar libremente sin pagar impuestos ni someterse a regulaciones.
  • El control de cambio deben ser suspendido en las zonas económicas especiales para que las trasnacionales puedan repatriar libremente sus capitales y utilidades.
  • El pago de impuesto sobre la renta por parte de las trasnacionales puede llegar a la mitad del porcentaje exigido a las empresas nacionales.
  • Las mercancías defectuosas y los residuos pueden ser vendidos en el mercado interno.
  • Los inversores no están obligados a presentar Declaración de Impuesto sobre la Renta.
  • Las leyes laborales nacionales no aplican en estas zonas.
  • Deben generarse cédulas de identidad especiales para los habitantes de estas zonas económicas especiales. Quienes no posean esta identificación les está prohibida la entrada en la zona.
Supongamos que se dan todas o algunas de estas flexibilizaciones. Todo arranca y sopla el viento de “desarrollo y progreso” en Puerto Cabello. Veamos la proyección de estas zonas en América Latina donde ya se han puesto en marcha estas zonas francas o zonas industriales para la exportación en pasado reciente como República Dominicana, México y Costa Rica (7):
  • El empleo generado se reduce a actividades de mano de obra poco calificada, el 75% de los empleados tienen nivel primario o secundario. Se aprovecha la oferta laboral abundante y de bajo costo.
  • En las zonas se desarrollan actividades muy segmentadas y sencillas como ensamble de componentes donde se adquieren mínimas habilidades.
  • Las empresas extranjeras utilizan la tecnología “llave en mano” limitando la ampliación de conocimientos y de capacidades productivas de los nacionales.
  • Las actividades de investigación y desarrollo se mantienen fuera de las plantas.
  • Por cada 100 dólares que se exportan, las trasnacionales importan 80 ya que prácticamente no se utilizan insumos nacionales.
  • Se mantienen escasos vínculos entre las empresas de las zonas económicas especiales y el resto de las empresas nacionales.
  • En la mayoría de los casos los empleos son precarios y en pésimas condiciones, en un ambiente no sindical.
  • El establecimiento de zonas económicas especiales termina siendo una competencia desleal, en virtud de las exoneraciones que gozan las trasnacionales, lo que determina que sus costos de producción sean ficticiamente más bajos que aquellos productores de bienes idénticos o similares ubicados fuera de la zona especial.
La estafa de la Zona Económica Especial, lleva implícito el falso concepto de que la propiedad social solo debe implementarse a las empresas proveedoras de materias primas y el resto de la actividad industrial de manufacturas y servicios, debe ser entregada a los capitalistas. Aceptando esa premisa, el socialismo venezolano estaría en su fase más acabada y listo para “compartir” dividendos con el capital transnacional principalmente chino. 

En este punto tenemos el compromiso de decir que se ha desechado en el camino, la premisa principal de que el socialismo se construye para cambiar el espíritu delincuencial del ser humano del capitalismo. Esta suerte de viveza trasnacional capitalista china que sin duda se irradiara al resto de la sociedad venezolana en el corto plazo, quizás mejore momentáneamente algunos indicadores relacionados con las divisas que ingresaran al país en forma de deuda. Pero eso no hará retroceder a la oposición que sigue defendiendo al capitalismo gringo en las calles ni a sus representantes económicos representados en la burguesía importadora que engullirán esas divisas como un pequeño caramelo. Pero lo peor será que nuestra base chavista habrá quedado confundida para siempre acerca del objetivo del socialismo. Creerán que no interesa cuantas trampas económicas se hagan, siempre y cuando se distribuyan las ganancias de manera individual a cada uno. El monstruo habría quedado intacto.


Rosa Natalia 9-3-2014
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