El fascismo es un engendro de la crisis cíclica del capitalismo. Nace cuando se agudiza sus contradicciones, cuando se colapsa todo el andamiaje político-social que mantienen su insostenible lógica económica de explotación. Su misión histórica ha sido siempre, aniquilar todo movimiento revolucionario de carácter socialista, popular, que pueda dar muerte a la existencia de su procreador: el gran capital.
El fascismo es por lo tanto conservador, reaccionario, contra-revolucionario. Y es por ello que todo movimiento fascista que ha surgido en la historia ha sido visto con beneplácito por las clases dominantes. Así por ejemplo: en Alemania, empresarios y banqueros financiaron a los Nazis de Hitler; En Italia, la burguesía italiana armo y abasteció a los fascista de Mussolini y en Chile, Pinochet, apoyado por el imperio yanqui y la oligarquía endógena, da un golpe contra el gobierno popular democrático de salvador Allende.
El fascismo es por lo tanto conservador, reaccionario, contra-revolucionario. Y es por ello que todo movimiento fascista que ha surgido en la historia ha sido visto con beneplácito por las clases dominantes. Así por ejemplo: en Alemania, empresarios y banqueros financiaron a los Nazis de Hitler; En Italia, la burguesía italiana armo y abasteció a los fascista de Mussolini y en Chile, Pinochet, apoyado por el imperio yanqui y la oligarquía endógena, da un golpe contra el gobierno popular democrático de salvador Allende.
El fascismo utiliza la demagogia, no tiene ética ni principios, se sirve de una retorica populista para aprovecharse de los sectores sociales más incultos de las capas medias y bajas que se encuentren en situación vulnerable. Todo esto para obtener el apoyo de una muchedumbre irracional que le ayude a llevar acabo sus planes macabros.
Usa todo los medios de comunicación en su poder para hacerle llegar a estos sectores ignorantes, discursos cargados de odio y de desprecio contra otros grupos que no sean de su agrado, a los que califica como “enemigos de la nación”, supuestos “causantes de todos los males existente” (comunistas, anarquistas, judíos, gitanos, afroamericano, latinoamericanos, emigrantes extranjeros, etc. todos ellos han sido victimas de estos ataques). Inocula su venenoso odio en grupos alienados (sobre todo de la clase media), a través de un bombardeo propagandístico que exacerba los sentimientos más bajos y primitivos de la especie humana, justificando así atrocidades bestiales contra otros seres humanos.
La doctrina política del fascismo cuando esta en el poder es totalitaria, dictatorial, anti-democrática, anti-liberal, represiva, intolerante a la crítica, pretende convertir a los individuos en súbditos del estado, controlar todo en el ámbito nacional. Para ello hace usufructo de la maquina burocrático-militar de una forma terrorista, descarada, mucho más agresiva que la forma clásica liberal -burguésa. En política exterior el fascismo es chovinista, imperialista, expansionista, colonialista. En su locura megalómana pretende dominar el mundo. Utiliza la guerra para someter a otros pueblos a su voluntad, cosa que beneficia principalmente a las grandes industrias militares capitalistas, quienes reciben jugosos contratos por parte del estado fascista.
El fascismo es el peor enemigo de la clase trabajadora. Siempre que ha alcanzado el poder, ha favorecido a las elites en detrimento de los menos favorecidos. Necesario es elevar la conciencia de las masas, educarlas sobre el carácter de clase del fascismo y sobre lo que significaría su retorno. Ya que mientras siga vivo su procreador: el capitalismo, siempre estará el peligro latente del retorno de este engendro sanguinario.
Zimran Alberto Perez Mandefua
F.P.LN
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